UN FENOMENO QUE CRECE: LOS JUGADORES VETERANOS GANAN ESPACIO EN EL FUTBOL ARGENTINO
Cosa de mayoresMientras las figuras jóvenes se van a otros países, los clubes locales recuperan a futbolistas de mucha experiencia. ¿Es un modo de enfrentar la crisis o una apuesta para jugar mejor?
JULIO CHIIAPPETTViejos son los trapos, dicen los abuelos. Viejos son los jugadores, podría decirse hoy en el fútbol argentino viendo como River repatrió a Angel David Comizzo (39 años), San Lorenzo campeón a Alberto Federico Acosta (el mes que viene cumplirá 35), Vélez a José Horacio Basualdo (38) y Boca coqueteó con Abel Eduardo Balbo (35).Viejitos piolas que se suman a los que ya están en cada plantel y aportan experiencia, oficio, veteranía, voz de mando. Para un futbolista, pasar la barrera de los 30 años significa entrar en la zona de riesgo: se acerca la edad del retiro. "Eso responde a una idea que se generaliza en esta sociedad consumista. Sólo sirve lo nuevo. Los deportistas deben ser jóvenes, fuertes y un valor siempre tan apreciado en la historia de la humanidad es rápidamente olvidado: la experiencia. Para la enorme presión psíquica que los equipos tienen por ganar, la fuerza física no alcanza y debe conjugarse con la experiencia para lograr un equilibrio necesario", explica el psicólogo Oscar Mangione.Pero hay otro dato de la realidad a tener en cuenta: en este momento de crisis donde los clubes exportan jugadores cada vez más jóvenes (Javier Saviola se acaba de ir con 19) se viene un campeonato doméstico polarizado. "Jugarán los más chicos y los más viejos. La sangría de jugadores y la crisis del fútbol argentino lleva a esto. Hay que promocionar a muchos jóvenes que son promesas. Y rodearlos de gente con experiencia que sepa ayudarlos y guiarlos, en la cancha y fuera de ella, para que no fracasen", sostiene Roberto Digón, vicepresidente de Boca."¿Quiénes van a ir a la nota? No... ¡Esos son viejos Yo soy joven. Estoy cansado de que se hable de mi edad. Desde que volví a la Argentina no hablan de otra cosa. Como dijo el Maestro Labruna, la verdad se demuestra en el verde césped", dijo Comizzo cuando fue invitado por Clarín a una producción fotográfica. El mismo Comizzo que se comparó con los buenos vinos: "¡Cuanto más viejo, mejor. Con los arqueros pasa lo mismo". Y el mismo Comizzo que tiene un hijo (Darío) dos años menor que Franco Costanzo, con quien va a pelear el puesto. "Siempre me cuidé e intenté mantenerme de la mejor manera. Algo en lo que, gracias a Dios, me ayudó muchísimo mi físico. Sigo viviendo esto con la misma pasión, pero con la tranquilidad y la experiencia que me dan 18 años de campaña", aseguró el ahora de nuevo arquero de River.Hay un prurito al que los futbolistas le tienen miedo: "Viene a robar". Es una etiqueta despectiva que se pega gratuitamente en el ambiente cuando un equipo incorpora un jugador veterano. "A mí no me jode que digan que vengo a robar. Soy muy consciente de cómo hago mi trabajo. Pero acá, en la Argentina, es muy fácil matar a los viejos. Si un pibe de 20 años no corre, está cansado. Si un grande hace un mal partido, está robando. Yo estoy con todas las fuerzas para jugar el último año y medio de mi carrera y, por supuesto, cerrarlo de la mejor forma", asegura el Beto Acosta en su cuarta vuelta a San Lorenzo. En los tres ciclos anteriores, convirtió 80 goles en 174 partidos."No me molesta que digan que vengo a robar. Para mí es un lindo desafío y sé que puedo. Físicamente, estoy corriendo a la par de todos. Y futbolísticamente, no me olvidé de jugar. En el fútbol tuve la suerte de no soportar ninguna lesión grave, tengo el físico privilegiado para aguantar el trajín llevé una vida normal y soy ubicado, siempre con los pies sobre la tierra", explicó Pepe Basualdo, seis años mayor que su técnico —y ex compañero— Carlos Compagnucci (no es el único caso: cuando empezó a jugar en Newell''s, Julio César Saldaña fue compañero del actual entrenador Juan Manuel Llop).Digón destacó a Basualdo como "un factor preponderante en el orden de Boca ", de donde se despidió el año pasado con la Triple corona (campeonato local, Libertadores e Intercontinental). "Estoy seguro de que si él estaba en el plantel, lo que pasó entre los jugadores y algunos dirigentes no hubiese tomado estado público", agregó el dirigente."Hoy al fútbol argentino lo manejan los pibes y por eso está enfermo. Los pibes salen antes de tiempo y algunos ni saben el abecé. El fútbol es 90 por ciento de experiencia y 10 por ciento de juventud, pero acá es al revés. Los de experiencia (Verón, Crespo, Burgos) están en Europa. Le viene bien que se incorporen jugadores con años de fútbol. No tapan a nadie y son los últimos espejos para que los chicos aprendan", sostuvo con sesgo polémico Hugo Orlando Gatti, quien fue el futbolista argentino de primera división que más viejo se retiró en el país (tenía 44 años cuando dejó el arco de Boca)."Mucha gente piensa que traer veteranos tiene que ver con una reducción de presupuesto en los clubes. Pero cada técnico pide lo que necesita. Y, en mi caso, precisé experiencia para mecharla con la juventud del plantel", expuso Carlos Aimar, técnico de un Lanús que en el campeonato pasado tenía un plantel con promedio de edad de 21 años y ahora, con los refuerzos, lo subió dos años.¿A qué edad es viejo un jugador? "El problema es no dejarse sugestionar por la edad cronológica porque puede no estar de acuerdo con la posibilidad físico-técnica del jugador de fútbol. Un jugador que se cuidó como corresponde, con una base biológica sana, puede extender su rendimiento óptimo mucho más allá de lo que la gente cree", advierte el doctor Rubén Darío Oliva, un profesional argentino que reside en Italia. "No importa la edad, sino el deterioro físico, que empieza después de los 32 años y es irreversible. Es una caída lenta y progresiva, como si fuera la caída desde una montaña", diagnostica el doctor Roberto Avanzi."Los jugadores no se califican por su edad sino por su rendimiento", agregó Os valdo Chiche Sosa, técnico de Chacarita, equipo que se desprendió de Mario Lobo (36), Raúl Cardozo (33) y Héctor Almandoz (32)."Las tres claves para llegar a la longevidad deportiva son: 1) Un talento físico especial. 2) El cuidado personal. 3) No haber tenido lesiones importantes. En general, el jugador grande se mantiene con poquitos y especiales ejercicios, salvo que sea de mucha envergadura", apuntó Julio Santella, preparador físico de Boca. Para él, los veteranos aportan más en la cancha "donde manejan bien los ritmos del partido" que afuera. Tener más edad no es sinónimo de ser el patrón del vestuario. Líder se nace. Roberto Trotta, por ejemplo, fue capitán de Estudiantes a los 19 años".
JULIO CHIIAPPETTViejos son los trapos, dicen los abuelos. Viejos son los jugadores, podría decirse hoy en el fútbol argentino viendo como River repatrió a Angel David Comizzo (39 años), San Lorenzo campeón a Alberto Federico Acosta (el mes que viene cumplirá 35), Vélez a José Horacio Basualdo (38) y Boca coqueteó con Abel Eduardo Balbo (35).Viejitos piolas que se suman a los que ya están en cada plantel y aportan experiencia, oficio, veteranía, voz de mando. Para un futbolista, pasar la barrera de los 30 años significa entrar en la zona de riesgo: se acerca la edad del retiro. "Eso responde a una idea que se generaliza en esta sociedad consumista. Sólo sirve lo nuevo. Los deportistas deben ser jóvenes, fuertes y un valor siempre tan apreciado en la historia de la humanidad es rápidamente olvidado: la experiencia. Para la enorme presión psíquica que los equipos tienen por ganar, la fuerza física no alcanza y debe conjugarse con la experiencia para lograr un equilibrio necesario", explica el psicólogo Oscar Mangione.Pero hay otro dato de la realidad a tener en cuenta: en este momento de crisis donde los clubes exportan jugadores cada vez más jóvenes (Javier Saviola se acaba de ir con 19) se viene un campeonato doméstico polarizado. "Jugarán los más chicos y los más viejos. La sangría de jugadores y la crisis del fútbol argentino lleva a esto. Hay que promocionar a muchos jóvenes que son promesas. Y rodearlos de gente con experiencia que sepa ayudarlos y guiarlos, en la cancha y fuera de ella, para que no fracasen", sostiene Roberto Digón, vicepresidente de Boca."¿Quiénes van a ir a la nota? No... ¡Esos son viejos Yo soy joven. Estoy cansado de que se hable de mi edad. Desde que volví a la Argentina no hablan de otra cosa. Como dijo el Maestro Labruna, la verdad se demuestra en el verde césped", dijo Comizzo cuando fue invitado por Clarín a una producción fotográfica. El mismo Comizzo que se comparó con los buenos vinos: "¡Cuanto más viejo, mejor. Con los arqueros pasa lo mismo". Y el mismo Comizzo que tiene un hijo (Darío) dos años menor que Franco Costanzo, con quien va a pelear el puesto. "Siempre me cuidé e intenté mantenerme de la mejor manera. Algo en lo que, gracias a Dios, me ayudó muchísimo mi físico. Sigo viviendo esto con la misma pasión, pero con la tranquilidad y la experiencia que me dan 18 años de campaña", aseguró el ahora de nuevo arquero de River.Hay un prurito al que los futbolistas le tienen miedo: "Viene a robar". Es una etiqueta despectiva que se pega gratuitamente en el ambiente cuando un equipo incorpora un jugador veterano. "A mí no me jode que digan que vengo a robar. Soy muy consciente de cómo hago mi trabajo. Pero acá, en la Argentina, es muy fácil matar a los viejos. Si un pibe de 20 años no corre, está cansado. Si un grande hace un mal partido, está robando. Yo estoy con todas las fuerzas para jugar el último año y medio de mi carrera y, por supuesto, cerrarlo de la mejor forma", asegura el Beto Acosta en su cuarta vuelta a San Lorenzo. En los tres ciclos anteriores, convirtió 80 goles en 174 partidos."No me molesta que digan que vengo a robar. Para mí es un lindo desafío y sé que puedo. Físicamente, estoy corriendo a la par de todos. Y futbolísticamente, no me olvidé de jugar. En el fútbol tuve la suerte de no soportar ninguna lesión grave, tengo el físico privilegiado para aguantar el trajín llevé una vida normal y soy ubicado, siempre con los pies sobre la tierra", explicó Pepe Basualdo, seis años mayor que su técnico —y ex compañero— Carlos Compagnucci (no es el único caso: cuando empezó a jugar en Newell''s, Julio César Saldaña fue compañero del actual entrenador Juan Manuel Llop).Digón destacó a Basualdo como "un factor preponderante en el orden de Boca ", de donde se despidió el año pasado con la Triple corona (campeonato local, Libertadores e Intercontinental). "Estoy seguro de que si él estaba en el plantel, lo que pasó entre los jugadores y algunos dirigentes no hubiese tomado estado público", agregó el dirigente."Hoy al fútbol argentino lo manejan los pibes y por eso está enfermo. Los pibes salen antes de tiempo y algunos ni saben el abecé. El fútbol es 90 por ciento de experiencia y 10 por ciento de juventud, pero acá es al revés. Los de experiencia (Verón, Crespo, Burgos) están en Europa. Le viene bien que se incorporen jugadores con años de fútbol. No tapan a nadie y son los últimos espejos para que los chicos aprendan", sostuvo con sesgo polémico Hugo Orlando Gatti, quien fue el futbolista argentino de primera división que más viejo se retiró en el país (tenía 44 años cuando dejó el arco de Boca)."Mucha gente piensa que traer veteranos tiene que ver con una reducción de presupuesto en los clubes. Pero cada técnico pide lo que necesita. Y, en mi caso, precisé experiencia para mecharla con la juventud del plantel", expuso Carlos Aimar, técnico de un Lanús que en el campeonato pasado tenía un plantel con promedio de edad de 21 años y ahora, con los refuerzos, lo subió dos años.¿A qué edad es viejo un jugador? "El problema es no dejarse sugestionar por la edad cronológica porque puede no estar de acuerdo con la posibilidad físico-técnica del jugador de fútbol. Un jugador que se cuidó como corresponde, con una base biológica sana, puede extender su rendimiento óptimo mucho más allá de lo que la gente cree", advierte el doctor Rubén Darío Oliva, un profesional argentino que reside en Italia. "No importa la edad, sino el deterioro físico, que empieza después de los 32 años y es irreversible. Es una caída lenta y progresiva, como si fuera la caída desde una montaña", diagnostica el doctor Roberto Avanzi."Los jugadores no se califican por su edad sino por su rendimiento", agregó Os valdo Chiche Sosa, técnico de Chacarita, equipo que se desprendió de Mario Lobo (36), Raúl Cardozo (33) y Héctor Almandoz (32)."Las tres claves para llegar a la longevidad deportiva son: 1) Un talento físico especial. 2) El cuidado personal. 3) No haber tenido lesiones importantes. En general, el jugador grande se mantiene con poquitos y especiales ejercicios, salvo que sea de mucha envergadura", apuntó Julio Santella, preparador físico de Boca. Para él, los veteranos aportan más en la cancha "donde manejan bien los ritmos del partido" que afuera. Tener más edad no es sinónimo de ser el patrón del vestuario. Líder se nace. Roberto Trotta, por ejemplo, fue capitán de Estudiantes a los 19 años".
Da Clarin del 22.07.2001
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